Carbotainer S.L.
El mercado de gases comprimidos en el siglo XXI necesita un salto tecnológico. La primera planta de generación de gases de aire nació en 1907 y, desde entonces, los gases empezaron a embotellarse en cilindros de acero. El único progreso ha sido la presión de servicio. Se comenzó con 100 bar y se consiguió llegar hasta 150 bar; más adelante se alcanzó la cifra de 200 bar y finalmente se ha llegado hasta los actuales 300 bar, embotellados siempre en cilindros de acero. La evolución de la tecnología en estos últimos 100 años debería permitirnos fabricar cilindros mucho más ligeros con la misma resistencia a un coste similar. Estos cilindros transportan el doble de producto en un solo camión, por lo que reduce los costes y las emisiones de CO2.
En este contexto, Carbotainer se estableció en España, donde su equipo de investigación ha desarrollado y patentado el Smart Carbon Cylinder SCC y ha construido una planta para la industrialización de cilindros de fibra de carbono.
